miércoles, 29 de julio de 2009

Todo a su tiempo..

Alguna vez escuché decir de alguien "todo a su tiempo", y realmente tuvieron que pasar muchos años para que yo entendiera que diablos hago en este mundo.
Más allá de mi vida, la cual ha sido genial, me quedé enganchado con la compleja psicología de mi ser, el personaje principal, yo, quien es un actor bohemio, que está en la búsqueda de alguien que sepa soñar y que es acosado constantemente por la Muerte, con quien llega a entablar un diálogo buenísimo. No me dejes, dice la muerte, no te dejo le digo yo. pero aún no, dame la chance de abrazarte anciano y más sabio.
La reflexión que dejo es que cada día, hora, minuto, segundo de nuestra vida está inundada de represiones construidas principalmente por el miedo, el cual es generado por la misma sociedad, el gobierno y la iglesia. No nos atrevemos a salirnos de la línea, del paradigma establecido, por temor a ser juzgados, incluso por nosotros mismos. Negamos nuestro enojo, negamos nuestra frustración, negamos nuestra sexualidad (en toda la extensión de la palabra) y negamos nuestros propios deseos para no sentir angustia; sin embargo, en la lucha contra nuestros propios impulsos, resultamos perdedores: al enfermarnos, al repetir el conflicto, al sentirnos deprimidos, ó incluso al continuar negándolo.
Tal vez esto ya lo había visto durante los años de facultad y de ejercicio, pero realmente me hizo más sentido al estar viendo mi vida, porque me di cuenta que la mayoría de ustedess no aprecian realmente el arte, nunca equivaldrían un poema por un billete de 20 lucas, en los anuncios de ocasión nunca se ha ofrecido el puesto de "escritor" o de "pintor", es mejor estudiar para ingeniero que para actor, porque según se dice, las áreas de artes y humanidades no generan divisas; por lo tanto qué importa que alguien escriba un cuento o acuda a una obra de teatro experimental, es mejor que abra una cuenta en "x" banco.
Creo que si le permitiéramos al arte estar más presente en nuestras vidas, tendrían menos ansiedades, porque serian capaces de crear, de expresar las emociones de una forma adecuada, de fortalecer las relaciones interpersonales, de sostener un diálogo con el otro sobre temas profundos, sobre nuestro mundo interno...
Un espejo en el cual se reflejan la mayoría del mundo ó tal vez todos, pues ¿quién ha estado exento cuando se trata de asuntos del alma, de la dicotomía del propio ser, de la crisis existencial y de los conflictos del corazón?.
Y por qué no, tener un diálogo con nosotros mismos en donde nos aventuráramos a realmente conocernos desde nuestros adentros....